La Primavera Árabe y el caso de Venezuela son ejemplos de países con mayores ingresos económicos per cápita, pero con reclamos sociales que llaman a cambios que involucran al sector privado y Gobierno para procurar el progreso social
En Guatemala, ayer fue presentado el Índice de Progreso Social 2014 en el que se evalúan 132 países y que, de acuerdo con los resultados, se alcanzó el puesto 76 junto a Honduras, Egipto y Marruecos, que registran mayores ingresos personales.
El Índice mide 54 indicadores a partir de tres dimensiones: las necesidades básicas, los fundamentos de bienestar y las oportunidades. En esta medición, Guatemala tiene el puesto 87 a partir del ingreso per cápita que alcanza US$4 mil 397 anuales, pero se sitúa en 76 en el progreso social. Mientras que Egipto, con US$5 mil 384 de ingreso, ocupa el puesto 84 en el Índice.
A nivel de Centroamérica, Costa Rica tiene la posición más alta al lograr el puesto 25 en el Índice. El Salvador ocupa la casilla 63 y Nicaragua el puesto 74.
Chile, Uruguay, Panamá y Jamaica son países que superan a Guatemala en el indicador, pero Rusia y China, que son potencias que duplican el ingreso per cápita del país, están rezagados en las posiciones 80 y 90.
“Sin progreso social el crecimiento económico se estanca, no hay aumento de la producción ni de capacidad técnica”, explicó Roberto Artavia, vicepresidente de la junta directiva de Social Progress Imperative, al sostener que el Índice señala las áreas en las que debe existir un esfuerzo conjunto para lograr el progreso social.
Una red para el progreso
Los rezagos de Guatemala se ubican en los temas de seguridad personal, educación básica y superior, además del avance tecnológico (Internet), según la medición que a partir de una métrica pretende generar políticas públicas pertinentes para aumentar la movilidad social.
La medición del progreso social para establecer la capacidad de una sociedad para satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos para mejorar sus condiciones de vida y alcanzar sus potencialidades, además de incluirse en el Índice, serán analizadas por el Instituto del Progreso Social que se presentó ayer.
El Instituto se propone impulsar la capacidad de los innovadores sociales a fin de extender una red que permita generar propuestas empresariales y de políticas públicas para avanzar en el progreso social.
Emmanuel Seidner, director y promotor del Instituto, explicó que el Índice es una hoja de ruta y que pretende alcanzar las propuestas desde el nivel local para que las inversiones tengan incidencia en el progreso social.
Se presentó la Red de Progreso Social, que incluye a los tanques de pensamiento y fundaciones del sector privado para consolidar esfuerzos en educación, salud y otras áreas que tengan impacto en la mejora de las condiciones de la población.
Además de la calificación que ofrece el Índice, Raquel Zelaya, presidenta de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), consideró que se trata de una fuente de información que incluye más variables que las del Índice de Desarrollo Humano y que pueden medir los alcances de las políticas públicas en el nivel de vida de la población.
Hermann Girón, presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), resaltó que con esta métrica creativa se puede determinar qué países con un ingreso per cápita similar al de Guatemala han tenido mejores resultados para promover el desarrollo social con sus diferentes políticas.
De esta manera se puede focalizar de mejor manera los esfuerzos en indicadores como seguridad, educación, inclusión de las mujeres, indicó Girón.
Premiación a innovadores
La Asociación Amigos Pro Obras Sociales, Fe y Alegría, y Wakami fueron las tres instituciones reconocidas este año como los innovadores y emprendedores sociales que como “islas de esperanza” aportan motivación y experiencia, que se compartirán con otros actores en la sociedad para difundir el modelo de trabajo. La información sobre la red se puede encontrar en www.socialprogressinperative.org.