Investigaciones recientes demuestran que América Latina y el Caribe necesitan aumentar su inversión en infraestructuras para poder competir con el resto del mundo. Poseer infraestructura adecuada mejora los niveles de productividad, disminuye los costos de producción, promueve la diversificación y genera empleo.
Una publicación reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), llamada Infraestructura sostenible para la competitividad y el crecimiento inclusivo, revela que a medida que la población y las economías de América Latina y el Caribe se expanden, la demanda por una infraestructura adecuada aumenta. A su vez, advierte que es necesario atender de forma adecuada los desafíos que viene enfrentando nuestra región a lo largo del tiempo: urbanización acelerada, universalización de los servicios básicos (agua, electricidad y saneamiento), integración regional y global, adaptación y mitigación del cambio climático, entre otros factores.
Es por eso que una de las cinco prioridades establecidas en el Noveno Aumento General de Recursos(GCI-9) del BID es acompañar a los países de la región en el proceso de adopción de una nueva visión, en el cual la infraestructura se planifica, se construye y se mantiene para proveer servicios de calidad adecuada que promuevan el crecimiento sostenible e inclusivo.
Si bien la región ha hecho avances importantes en infraestructura, el acceso universal continúa siendo una tarea pendiente. Por ejemplo, el BID explica que en 2010 más de 38 millones de personas carecían de acceso a la electricidad, 32 millones a fuentes mejoradas de agua potable, y 120 millones a servicios de saneamiento mejorado. Para hacer frente a estas necesidades, la región requerirá de mayor y mejor inversión en infraestructura.
Las pérdidas económicas por cortes de electricidad alcanzaron los US$ 68.000 millones en 2012
Los servicios de infraestructura tienen un rol central en la inclusión social y la calidad de vida de la población, pero también tienen un importante impacto en el desempeño económico y la competitividad. Por ejemplo, el BID detalla que las pérdidas económicas por cortes de electricidad alcanzaron los US$ 68.000 millones en el 2012. Similares pérdidas fueron ocasionadas por escasez e interrupciones en la provisión de agua, mientras que la rotura o daño de mercaderías durante el transporte superaron los US$ 70.000 millones en el 2012.
Para que la infraestructura regional alcance estándares internacionales, el BID señala que las inversiones deberán aumentar por lo menos un 2% del Producto Interno Bruto (PIB) por un período prolongado. Esto equivale a pasar de US$ 150.000 millones a US$ 250.000 millones de dólares por año. Esto será un enorme reto fiscal para los gobiernos y requerirá la participación masiva del sector privado.
Aunque el desafío es enorme, sin duda es una gran oportunidad para que los sectores públicos y privados colaboren a través de mecanismos innovadores, como asociaciones público-privadas y mecanismos especiales de financiamiento.
Para atender esta creciente necesidad de inversión y facilitar información actualizada sobre oportunidades de negocio, el BID y Latin Trade Group organizan la exposición Trade Americas & ConnectAmericas Expo: Construyendo las Américas, que se realizará entre el 3 y 4 de septiembre en Miami.
Publicado por ConnectAmericas