Unos 2,5 millones de electores, de una población de 3,8 millones, estaban llamados a elegir a un presidente -con mayoría simple-, 71 diputados y alcaldes, tras un proceso que deja a la capital tapizada de banderas, afiches y vallas.
Los tres favoritos para la presidencia llegaron al día de votación con pocas diferencias en sus propuestas y casi empatados en las encuestas.
El abogado y analista político Ebrahim Asvat considera que Panamá tiene un camino económico trazado y eso no va a cambiar con estos comicios. «Panamá ha hecho un esfuerzo extraordinario por abrir su economía, tener disciplina fiscal (y) déficit fiscal controlado, ninguno de los candidatos ha hablado de cambiar la ruta», comentó Asvat.
Los tres principales candidatos a la presidencia asistieron este sábado a una misa en la Catedral Metropolitana, en primera fila junto a sus esposas. «Hemos llegado hasta este momento después de una intensa campaña electoral donde se ha dicho de todo y en contra de todos. Esto sin lugar a dudas ha dejado muchas heridas que debemos sanar», les dijo el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa.v